Autores: Hussein Kadhem Al-Hakeim; Tabarak Hadi Al-Naqeeb; Abbas F. Almulla; Michael Maes · Investigación
¿Cómo contribuyen las lesiones cerebrales a los síntomas de depresión?
Una nueva investigación relaciona biomarcadores de daño cerebral con la gravedad de la depresión, sugiriendo que las lesiones neurológicas pueden ser la base de los síntomas.
Fuente: Al-Hakeim, H. K., Al-Naqeeb, T. H., Almulla, A. F., & Maes, M. (2022). The physio-affective phenome of major depression is strongly associated with biomarkers of astroglial and neuronal projection toxicity which in turn are associated with peripheral inflammation, insulin resistance and lowered calcium. medRxiv. https://doi.org/10.1101/2022.07.04.22277246
Lo que necesitas saber
- Los investigadores encontraron niveles más altos de proteínas asociadas con daño cerebral en personas con depresión en comparación con individuos sanos
- Estos biomarcadores estaban fuertemente relacionados con la gravedad de la depresión, ansiedad, fatiga y síntomas físicos
- La inflamación y la resistencia a la insulina pueden contribuir a este daño cerebral en la depresión
- Los hallazgos sugieren que la depresión implica lesiones neurológicas, no solo desequilibrios químicos
- Esta investigación podría conducir a nuevos enfoques de tratamiento centrados en la protección y reparación cerebral
La depresión implica más que un simple “desequilibrio químico”
Durante décadas, la depresión se ha explicado principalmente como un trastorno de la química cerebral, específicamente un desequilibrio en neurotransmisores como la serotonina. Sin embargo, un creciente cuerpo de investigación sugiere que la biología de la depresión es mucho más compleja. Este nuevo estudio se suma a la evidencia de que el daño real a las células y estructuras cerebrales puede jugar un papel clave en los síntomas de la depresión.
Los investigadores midieron los niveles sanguíneos de varias proteínas que indican daño a las neuronas (células cerebrales) y astrocitos (células cerebrales en forma de estrella que apoyan a las neuronas) en 94 personas con trastorno depresivo mayor y 47 controles sanos. Encontraron niveles significativamente más altos de estos marcadores de lesión cerebral en aquellos con depresión.
Marcadores específicos de daño cerebral
El estudio examinó cuatro biomarcadores clave:
- Proteína ácida fibrilar glial (GFAP) - indica daño a los astrocitos
- Cadena ligera de neurofilamentos (NF-L) - indica daño a los axones, las fibras largas de las neuronas
- Proteína tau fosforilada 217 (P-tau217) - asociada con neurodegeneración
- Receptor beta del factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGFRβ) - relacionado con la disfunción de la barrera hematoencefálica
Las cuatro proteínas estaban elevadas en la sangre de los pacientes deprimidos en comparación con los controles sanos. Los niveles eran más altos en aquellos con depresión más grave.
Fuerte vínculo con la gravedad de la depresión
Es importante destacar que los niveles de estos marcadores de lesión cerebral se correlacionaron fuertemente con la gravedad de los síntomas de depresión. Los investigadores encontraron que más del 60% de la variación en depresión, ansiedad, fatiga y síntomas físicos podía explicarse por los niveles de estos cuatro biomarcadores, junto con marcadores de inflamación y resistencia a la insulina.
Esto sugiere que el daño a las neuronas y astrocitos, particularmente sus proyecciones y componentes estructurales, puede contribuir directamente a la experiencia de la depresión. Cuanto más extenso es el daño celular, más graves son los síntomas.
La inflamación y la resistencia a la insulina pueden provocar daño cerebral
El estudio también encontró que los niveles de proteína C-reactiva (un marcador de inflamación) y la resistencia a la insulina estaban asociados con niveles más altos de las proteínas de lesión cerebral. Esto respalda la teoría de que la inflamación sistémica y la disfunción metabólica pueden dañar el cerebro y potencialmente desencadenar o empeorar la depresión.
“Nuestros resultados amplían la hipótesis de la neuroinmunotoxicidad de la depresión mayor”, escriben los autores, “y sugieren que las proyecciones astrogliales y neuronales se ven especialmente afectadas”.
Nuevas vías para el tratamiento
Estos hallazgos abren posibles nuevos enfoques para tratar la depresión. En lugar de centrarse únicamente en los niveles de neurotransmisores, las terapias futuras pueden tener como objetivo proteger las células cerebrales del daño o promover la reparación y regeneración.
“La inflamación, la resistencia a la insulina y la disminución del calcio, así como las proyecciones astrogliales y neuronales, parecen ser nuevos objetivos farmacológicos para tratar la depresión, la ansiedad, la fatiga crónica y los síntomas fisiosomáticos del trastorno depresivo mayor”, concluyen los investigadores.
Los medicamentos o intervenciones que reducen la inflamación, mejoran la sensibilidad a la insulina o apoyan la regulación del calcio en el cerebro podrían potencialmente ayudar a aliviar la depresión al proteger las neuronas y los astrocitos del daño. Los compuestos neuroprotectores o las terapias para estimular la reparación neuronal también pueden resultar beneficiosos.
Conclusiones
- Los biomarcadores de daño cerebral están elevados en la depresión y fuertemente vinculados a la gravedad de los síntomas
- Esto sugiere que las lesiones neurológicas reales pueden ser la base de la depresión, no solo los desequilibrios químicos
- La inflamación y la resistencia a la insulina parecen contribuir a este daño cerebral
- Los futuros tratamientos para la depresión pueden centrarse en proteger las células cerebrales y promover la reparación
- Se necesita más investigación para comprender completamente los mecanismos y desarrollar terapias dirigidas
Si bien se necesitan más estudios, esta investigación proporciona evidencia convincente de que la depresión implica procesos neurobiológicos complejos más allá de simples desequilibrios de neurotransmisores. Una comprensión más holística de cómo interactúan la inflamación, el metabolismo y la salud neurológica podría conducir a tratamientos más efectivos y personalizados para este trastorno común y debilitante.