Autores: Kenneth S. Kendler; Sara L. Lönn; Jan Sundquist; Kristina Sundquist · Investigación

¿Cómo afecta la muerte de un ser querido a la salud mental?

Un estudio a gran escala en Suecia examina el impacto de la pérdida de un familiar cercano en la salud mental y los trastornos por uso de sustancias.

Fuente: Kendler, K. S., Lönn, S. L., Sundquist, J., & Sundquist, K. (2023). Death of parent, sibling, spouse, and child in a Swedish national sample and risk of subsequent stress reaction, major depression, alcohol-use disorder, and drug-use disorder. Psychological Medicine, 53, 7138-7150. https://doi.org/10.1017/S0033291723000570

Lo que necesitas saber

  • La muerte de un familiar cercano puede aumentar significativamente el riesgo de reacciones de estrés y depresión
  • El riesgo de desarrollar trastorno por consumo de alcohol también aumenta después de perder a un ser querido, especialmente en hombres que pierden a su cónyuge
  • La muerte de un hijo tiene el impacto más severo en la salud mental en comparación con otras pérdidas familiares
  • Las muertes prematuras y accidentales tienden a causar efectos más graves en la salud mental

El impacto de perder a un ser querido

Perder a un familiar cercano es una de las experiencias más difíciles de la vida. Aunque el duelo es una respuesta normal a la pérdida, a veces el impacto emocional puede conducir a problemas de salud mental o de consumo de sustancias. Este estudio utilizó datos de registros nacionales suecos para examinar cómo la muerte de padres, hermanos, cónyuges e hijos afecta la salud mental y el uso de sustancias de las personas.

Diferentes efectos en la salud mental

Los investigadores analizaron cuatro resultados principales después de la muerte de un familiar:

  1. Reacciones de estrés
  2. Depresión mayor
  3. Trastorno por consumo de alcohol
  4. Trastorno por consumo de drogas

Descubrieron que estos resultados se vieron afectados de manera diferente:

Reacciones de estrés

Las reacciones de estrés mostraron el aumento más inmediato y grande después de una muerte. El riesgo alcanzó su punto máximo en los primeros 3 meses y luego disminuyó rápidamente. Sin embargo, el riesgo permaneció elevado durante más de un año en la mayoría de los casos.

Depresión

El riesgo de depresión aumentó más lentamente y en menor grado que las reacciones de estrés. Sin embargo, el riesgo elevado de depresión tendió a durar más tiempo.

Trastorno por consumo de alcohol

Hubo aumentos modestos pero persistentes en el riesgo de trastorno por consumo de alcohol, especialmente en hombres que perdieron a su cónyuge.

Trastorno por consumo de drogas

El estudio encontró poca evidencia de aumentos sostenidos en los trastornos por consumo de drogas después de perder a un familiar.

El impacto varía según la relación

No todas las pérdidas afectaron a las personas por igual. El estudio encontró que perder a diferentes miembros de la familia tenía impactos variados:

  1. Hijo - Perder a un hijo tuvo el impacto más severo en la salud mental, con los mayores aumentos de riesgo para reacciones de estrés y depresión.

  2. Cónyuge - La muerte de un cónyuge también tuvo un fuerte impacto, particularmente en el riesgo de trastorno por consumo de alcohol en hombres.

  3. Padres y hermanos - Aunque todavía significativo, perder a un padre o hermano generalmente tuvo un impacto menor que perder a un hijo o cónyuge.

Diferencias de género

El estudio encontró algunas diferencias en cómo hombres y mujeres respondieron a la pérdida:

  • Las mujeres tendieron a tener aumentos absolutos más grandes en las tasas de reacciones de estrés y depresión.
  • Los hombres tuvieron mayores aumentos en las tasas de trastorno por consumo de alcohol, especialmente después de perder a su cónyuge.

Sin embargo, al observar el aumento relativo del riesgo en comparación con las tasas base, las diferencias entre hombres y mujeres fueron menos pronunciadas para la mayoría de los resultados.

La edad y la causa de la muerte importan

Los investigadores también examinaron si las circunstancias de la muerte afectaban el impacto en la salud mental:

  • Muertes más jóvenes - Cuando los padres, hermanos o cónyuges murieron a una edad más joven (menos de 65 años), esto llevó a mayores riesgos de reacciones de estrés y depresión en comparación con las muertes de familiares mayores.

  • Muertes accidentales - Los padres que perdieron a un hijo por causas accidentales mostraron tasas más altas de reacciones de estrés y depresión en comparación con las muertes no accidentales.

Estos hallazgos sugieren que las muertes inesperadas o prematuras pueden ser particularmente difíciles de afrontar para las personas.

Cómo se realizó el estudio

Este estudio utilizó un enfoque único para examinar el impacto de la pérdida:

  • Fuente de datos - Los investigadores utilizaron registros nacionales suecos que contienen información de salud y demográfica para toda la población.

  • Muestra grande - Al utilizar datos nacionales, pudieron analizar cientos de miles de casos, proporcionando resultados muy confiables.

  • Grupos de control emparejados - Para cada persona que experimentó una muerte, identificaron individuos similares que no habían perdido a un familiar, permitiendo comparaciones precisas.

  • Comparaciones antes y después - Observaron la salud mental de las personas tanto antes como después de la pérdida, lo que ayuda a demostrar que los cambios probablemente fueron causados por la muerte.

Este enfoque supera algunas limitaciones de estudios anteriores que se basaban en muestras más pequeñas o en los recuerdos de las personas sobre eventos pasados.

Conclusiones

  • Perder a un familiar cercano puede tener impactos significativos en la salud mental, particularmente aumentando el riesgo de reacciones de estrés y depresión.

  • La muerte de un hijo parece tener las consecuencias más graves para la salud mental, seguida por la pérdida de un cónyuge.

  • Mientras que el riesgo de problemas de consumo de alcohol aumenta después de una pérdida, especialmente para los hombres que pierden a su cónyuge, los trastornos por consumo de drogas no parecen verse tan afectados.

  • Las muertes más jóvenes o accidentales tienden a tener impactos más severos en la salud mental, probablemente porque son más inesperadas.

  • Estos hallazgos resaltan la importancia de proporcionar apoyo y recursos de salud mental a las personas que han perdido a familiares cercanos, especialmente en los meses inmediatamente posteriores a la pérdida.

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