Autores: Charalampos Touloumis · Investigación
¿Cuáles son los desafíos y opciones de tratamiento para la depresión resistente?
Una visión general de la depresión resistente al tratamiento, incluyendo definiciones, modelos de estadificación y enfoques de tratamiento tanto tradicionales como novedosos.
Fuente: Touloumis, C. (2021). Treatment resistant depression: Challenges and therapeutic choices. Psychiatriki, 32, S15-S31. https://doi.org/10.22365/jpsych.2021.047
Lo que necesitas saber
- La depresión resistente al tratamiento (DRT) se refiere a la depresión mayor que no responde adecuadamente a al menos dos intentos de tratamiento antidepresivo.
- La DRT se asocia con síntomas más graves, curso crónico, reducción de la calidad de vida y peores resultados generales en comparación con la depresión que responde al tratamiento.
- Se han propuesto varios modelos de estadificación para clasificar el grado de resistencia al tratamiento en la depresión.
- Las estrategias de potenciación con medicamentos como el litio, antipsicóticos u hormonas tiroideas pueden ayudar a algunos pacientes con DRT.
- Se están investigando nuevos enfoques para la DRT, incluyendo la ketamina, fármacos antiinflamatorios y técnicas de neuroestimulación.
Definiendo la depresión resistente al tratamiento
La depresión es uno de los trastornos de salud mental más comunes, afectando aproximadamente al 16.6% de las personas en algún momento de su vida. Aunque la depresión es tratable con medicamentos antidepresivos y psicoterapia para muchos pacientes, una parte significativa no logra la remisión de los síntomas incluso después de múltiples intentos de tratamiento. Esto ha llevado al concepto de “depresión resistente al tratamiento” (DRT).
El término DRT surgió en la década de 1970 para describir a pacientes con trastorno depresivo mayor que no lograban la remisión después de al menos dos intentos adecuados de tratamiento con medicamentos antidepresivos. Aunque aún no existe una definición universalmente aceptada, la mayoría de los expertos consideran que la depresión es resistente al tratamiento si no ha respondido a al menos dos clases diferentes de antidepresivos administrados en dosis adecuadas durante un tiempo suficiente.
Algunas características clave que caracterizan a la DRT incluyen:
- Síntomas depresivos persistentes y graves
- Curso crónico de la enfermedad
- Impacto negativo significativo en la calidad de vida y el funcionamiento
- Altas tasas de comorbilidades médicas y psiquiátricas
- Mayor riesgo de suicidio y hospitalizaciones
- Pobres resultados a largo plazo
La falta de respuesta a los tratamientos estándar hace que la DRT sea particularmente difícil de manejar clínicamente. Incluso con los antidepresivos más nuevos, una gran proporción de pacientes aún no logra la remisión. Esto resalta la necesidad de mejorar la comprensión de la DRT y desarrollar nuevos enfoques terapéuticos.
Modelos de estadificación para la resistencia al tratamiento
Para caracterizar mejor el grado de resistencia al tratamiento, los investigadores han propuesto varios modelos de estadificación para la DRT. Algunos de los modelos clave incluyen:
Modelo de Estadificación de Thase y Rush (1997):
- Etapa 0: Sin intento adecuado de antidepresivo
- Etapa 1: Fracaso de 1 intento adecuado de antidepresivo
- Etapa 2: Fracaso de 2 clases diferentes de antidepresivos
- Etapa 3: Etapa 2 más fracaso de antidepresivo tricíclico
- Etapa 4: Etapa 3 más fracaso de IMAO
- Etapa 5: Etapa 4 más fracaso de TEC
Método de Estadificación del Hospital General de Massachusetts (2003): Asigna puntos basados en el número de intentos fallidos adecuados, optimización de dosis/duración, estrategias de potenciación utilizadas y TEC. Puntuaciones más altas indican mayor resistencia.
Método de Estadificación de Maudsley (2009): Incorpora la duración del episodio, gravedad de los síntomas y fracasos del tratamiento para clasificar la resistencia al tratamiento como leve, moderada o severa.
Estos modelos de estadificación pretenden proporcionar una visión más matizada de la DRT más allá de simplemente contar los intentos fallidos de medicación. Pueden ayudar a guiar la selección del tratamiento y el pronóstico. Sin embargo, aún existe la necesidad de una mayor validación y consenso sobre el enfoque óptimo de estadificación.
Enfoques tradicionales para manejar la DRT
Cuando los tratamientos antidepresivos iniciales son ineficaces, los clínicos tienen varias opciones a considerar:
Optimizar el antidepresivo actual:
- Aumentar la dosis
- Extender la duración del tratamiento
Cambiar de antidepresivos:
- A un medicamento diferente dentro de la misma clase
- A un antidepresivo de una clase diferente
Combinar antidepresivos:
- Agregar un segundo antidepresivo, a menudo con un mecanismo de acción diferente
Estrategias de potenciación:
- Agregar un medicamento no antidepresivo para mejorar los efectos
Algunas de las opciones de potenciación con mayor evidencia incluyen:
Litio: Se ha demostrado que potencia los efectos antidepresivos, particularmente para los tricíclicos. También puede tener propiedades anti-suicidas.
Hormona tiroidea (T3): Puede mejorar los efectos de los tricíclicos y ISRS en algunos pacientes.
Antipsicóticos de segunda generación: Medicamentos como aripiprazol, quetiapina y olanzapina tienen evidencia para potenciar los antidepresivos en la DRT.
Buspirona: Un medicamento ansiolítico que puede potenciar los efectos de los ISRS en algunos casos.
La elección entre cambiar, combinar o potenciar medicamentos depende del paciente individual y su historial de tratamiento. Se deben considerar factores como la tolerabilidad, las comorbilidades médicas y la preferencia del paciente. En muchos casos, puede ser necesario probar múltiples estrategias secuencialmente para encontrar un régimen efectivo.
Enfoques novedosos y experimentales para la DRT
Dadas las limitaciones de los antidepresivos tradicionales para la DRT, existe un gran interés en desarrollar nuevos enfoques terapéuticos. Algunas de las estrategias que se están investigando incluyen:
Ketamina y esketamina: La ketamina, un medicamento anestésico, ha mostrado efectos antidepresivos rápidos cuando se administra por vía intravenosa en dosis bajas. Recientemente se aprobó una formulación en spray nasal de esketamina (un derivado de la ketamina) para la DRT. Estos medicamentos parecen funcionar a través de mecanismos diferentes a los antidepresivos estándar, ofreciendo nuevas posibilidades para pacientes resistentes al tratamiento.
Medicamentos antiinflamatorios: Existe una creciente evidencia que vincula la inflamación con la depresión. Algunos estudios han encontrado beneficios al agregar fármacos antiinflamatorios como el celecoxib a los antidepresivos en la DRT. Necesita más investigación pero representa un nuevo objetivo de tratamiento.
Técnicas de neuroestimulación: Se están estudiando métodos de estimulación cerebral no invasiva como la estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr) y la estimulación transcraneal de corriente directa (tDCS) como estrategias de potenciación para la depresión resistente a la medicación. En casos graves de DRT se pueden considerar opciones más invasivas como la estimulación cerebral profunda.
Psicoterapia asistida por psicodélicos: Medicamentos como la psilocibina y el MDMA se están investigando como complementos de la psicoterapia para la DRT en ensayos clínicos. Los resultados iniciales son prometedores, pero se necesita más investigación sobre su eficacia y seguridad.
Nutracéuticos y suplementos dietéticos: Compuestos como la S-adenosil metionina (SAMe), los ácidos grasos omega-3 y la hierba de San Juan tienen cierta evidencia como tratamientos complementarios para la depresión. Pueden ser opciones para la potenciación en la DRT, pero requieren precaución con respecto a las interacciones.
Nuevos mecanismos antidepresivos: Se están desarrollando nuevos medicamentos que apuntan a diferentes sistemas de neurotransmisores y vías neuronales. Ejemplos incluyen fármacos que actúan sobre los sistemas glutamatérgico, opioide y colinérgico.
Aunque muchos de estos enfoques aún son experimentales, destacan el impulso para encontrar nuevas soluciones para pacientes que no responden a los tratamientos antidepresivos convencionales. Una evaluación cuidadosa de los riesgos y beneficios es crucial a medida que surgen nuevas terapias.
Conclusiones
- La depresión resistente al tratamiento representa un desafío clínico significativo, afectando a una parte sustancial de los pacientes con depresión mayor.
- Un enfoque escalonado que considere factores como el número de tratamientos fallidos, la gravedad de los síntomas y la duración del episodio puede ayudar a caracterizar la DRT.
- Las estrategias tradicionales como el cambio de antidepresivos, las combinaciones y la potenciación basada en evidencia siguen siendo opciones importantes para manejar la DRT.
- Los nuevos enfoques biológicos dirigidos a la inflamación, el glutamato y otros sistemas ofrecen posibles nuevas vías para el tratamiento de la DRT.
- Dada la complejidad de la DRT, generalmente se requieren planes de tratamiento individualizados y a menudo multimodales para optimizar los resultados.
A medida que mejora nuestra comprensión de la neurobiología subyacente a la depresión resistente al tratamiento, se espera que surjan terapias más específicas y efectivas. Mientras tanto, los clínicos deben sopesar cuidadosamente la evidencia de diversas intervenciones para elaborar planes de tratamiento personalizados para esta desafiante población de pacientes. La investigación continua sobre los mecanismos y el manejo de la DRT es crucial para avanzar en la atención de aquellos que no responden a los tratamientos de primera línea.